El Transantiago es el estandarte de la mala gestión del gobierno de Michelle Bachelet. Muy ilustrativo ya que simboliza a los gobiernos de la Concertación y nos demuestra una vez mas que ya no dan gobernabilidad para resolver los problemas de los chilenos, mas que mal tantos años el panorama se envicia.
Cuesta pensar que este gobierno es bien manejado, la corrupción, las protestas de los estudiantes, el escaso manejo comunicacional de los ministros y de Michelle frente a cualquier crisis (donde incesablemente les dio la espalda y se lavó las manos como buena socialista), salida reiterada de ministros por su mala gestión, los problemas inagotables y eternos que sufre la clase media, los combustibles con los impuestos que nunca han sido modificados (a pesar de que fueron establecidos en el gobierno militar, pero con fines distintos, ya que gran parte se utilizaba para obras de infraestructura mayores como la carretera austral y que iban en directo beneficio de las personas, a diferencia de ahora que su único fin es solventar los gastos en la administración gubernamental), el fracaso en los planes de delincuencia, etc.,etc.,etc.
Transantiago necesita una cirugía, y no parches de consultorio. Quizás una inyección de honestidad de parte de la presidenta y reconocer las culpas, no responsabilizando a sus ministros de todo lo mal que le han hecho a los pobres y a la clase media que ocupa los medios de transportes públicos, mas que mal ella los eligió y no tuvo ni tiene la fuerza necesaria para comandar el buque que lentamente se hunde. Esta es una de las herencias de Don Ricardo Lagos, aquel que tanto venera un sector de la ciudadanía, y que en momentos difíciles como el de ahora, brilla por su ausencia. A diferencia del ministro Espejo, que lo dejaron solo, mientras la presidenta estaba de vacaciones, y que no le quedaba otra que dar declaraciones justificando lo injustificable, poner en marcha un proyecto que por todos lados vislumbraba fracaso, ya que manejaban información primordial como el esperado colapso del metro (cuadruplicando la cantidad de personas), los escasos recorridos, y que la cantidad de buses no darían a vasto. Pero como se han caracterizado por apresurar las cosas, les dieron a los chilenos una lección más, pero somos chilenos, y a la hora de votar se nos olvidan todas estas cosas.
A pesar de todo pienso que el nuevo ministro de transportes tomara en cuenta la idea de subsidiar las micros que faltan (confío en sus conocimientos en economía), donde supongo que le propondrá ideas a Velasco (ministro de Hacienda), y pedirá el apoyo económico necesario para darle un nuevo giro. Porque es mas grande el precio político que pagaran si el transantiago definitivamente no funciona, que el precio de comprar micros nuevas, donde uno de los mas beneficiados serán los empresarios de transportes.
Lo único que espero es que la gente saque algún beneficio de todo esto, y ojalá que eso sea pronto.
1 comentario:
mas que demostrar la gestion de los gobiernos de la concertacion, es un reflejo de la sociedad latinoamericano, aplicar proyectos de otro paises sin evaluar la factibildad de estos ( el falso espejo latinoamericano, CEPAL)
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